miércoles, 20 de junio de 2018

DESCARGATE LA APLICACION GENERALI SEGUROS





¿Estas parado en la Carretera y no sabes el teléfono de asistencia? ¿Quieres saber que taller concertado tienes a tu disposición? ¿ Deseas contactar con nosotros? 
Pues bien para este tipo de situaciones tienes a tu disposición la nueva App de Generali , descárgatela y tendrás rápido información  que puedas necesitar en cualquier momento, te explicamos como  descargártela es muy sencillo.

La aplicación de Generali Seguros ofrece información sobre la amplia gama de seguros tanto de empresas como de particulares, así mismo os permitirá  dar de alta siniestros  de Auto, Hogar, Comunidades, todo de forma sencilla y poder adjuntar la documentación en los siniestros abiertos.
Localizar tu taller Generali más cercano,  así como “Localizar tu coche” un servicio para recordar donde dejas el coche aparcado .

Geoposición del vehículo para poder ser auxiliado más rapidamente  en carretera por el servicio de asistencia.

También es posible contactar con Generli en un sólo click,
Todo depende del tipo de smartfone o tablet que tengas

 Iphone                                   Ipad

1. Accede a APP Store pinchando en el dispositivo donde deseas instalarlo.
2. Sigue las instrucciones y el icono de GENERALI aparecerá en tus aplicaciones.

Smartphone Android                   Tablet Android

1. Accede a Google Play pinchando en el dispositivo donde deseas instalarlo.
2. Sigue las instrucciones y el icono de GENERALI aparecerá en tus aplicaciones

 

 


 

Generali entre las mejores opciones de SIALP en capitales garantizados


La oferta de GENERALI SEGUROS está entre las mejores opciones de entidades aseguradores para capitales garantizados de seguros de Ahorro a largo plazo de acuerdo con el promedio de las edades (30, 40 y 50 años).

Este dato se extrae del ‘Estudio comparativo. Planes de ahorro a largo plazo: SIALP 2018′, realizado por INESE en colaboración con Global Actuarial. 

El cálculo de los capitales se ha realizado con simulaciones de la cobertura por fallecimiento del asegurado en función de la edad de la persona que contrata la póliza.

GENERALI SIALP (Seguro Individual de Ahorro a Largo Plazo) es un Plan de Ahorro a Largo Plazo con rentabilidad garantizada, que te permite constituir un capital a una determinada fecha, pudiendo los rendimientos de dicho ahorro disfrutar de una total exención fiscal en el IRPF.

GENERALI SIALP te asegura un interés (interés técnico) durante toda la vida del contrato, por lo que obtendrás un capital garantizado al vencimiento de la póliza o en caso de fallecimiento del Asegurado.

GENERALI SIALP es un seguro con las siguientes prestaciones:

a) Prestación de supervivencia: te garantiza un capital al vencimiento que se establece en las condiciones particulares del seguro. La ley establece que el Tomador, Asegurado y Beneficiario deben ser la misma persona.

b) Prestación de fallecimiento: en la contratación el Tomador puede optar por:

  • La percepción de un capital equivalente a la totalidad de primas pagadas hasta el fallecimiento, más el correspondiente Fondo de Revalorización Acumulado.
  • La percepción de un capital equivalente a las primas pagadas capitalizadas hasta el fallecimiento al tipo de interés técnico, más el correspondiente Fondo de Revalorización Acumulado.
A la hora de contratar hay aspectos que son fundamentales tener en cuenta de cara al ahorro:
  • Rentabilidad.
  • Liquidez.
  • Seguridad.
  • Fiscalidad.
GENERALI SIALP cubre todos estos aspectos y permite un ahorro garantizado desde la constitución del plan.

No todo vale: las exclusiones en los seguros de accidentes

Contar con un completo seguro de accidentes ofrece al cliente la seguridad de estar cubierto ante un amplio espectro de situaciones que pueden, desgraciadamente, producirse; desde una lesión a una intoxicación; desde una negligencia médica a una agresión sufrida; desde una caída a causa de un desvanecimiento o incluso el ataque de un animal.
Este tipo de pólizas nos ofrecen tranquilidad, por supuesto. Pero debemos saber también que no son un cheque en blanco al portador, que no todo vale. Si, por ejemplo, nos vemos involucrados en un accidente tras haber consumido drogas o una alta dosis de alcohol; si nos pasa algo cuando realizamos un deporte de riesgo, si sufrimos una enfermedad o padecemos un trastorno psicológico. Y, por supuesto, si hemos provocado nosotros el accidente o nos hemos infringido algún tipo de daño para cobrar el seguro (por increíble que parezca, es una situación que se ha dado en numerosas ocasiones). Damos por hecho que no nos leerán criminales, pero por si acaso… no, tampoco están cubiertos los accidentes derivados de actos criminales y delictivos en los que el cliente tenga alguna responsabilidad.
El abanico de inclusiones de un seguro de accidentes es muy amplio, pero hay que tener en cuenta las exclusiones. Vamos a ver cuáles son con más detenimiento.

El seguro no te cubrirá si…
Como apuntábamos antes, en el caso de que el propio asegurado haya sido quien se ha provocado el daño (autolesionándose o incluso en el caso de una tentativa de suicidio) la póliza de accidentes no le va a cubrir. Ni qué decir tiene de los casos de fraude al seguro, con personas que han llegado a dañarse para cobrar la indemnización correspondiente, ni los de participación en actos criminales y delictivos o en peleas, salvo que se pruebe que se ha actuado en legítima defensa.
Los accidentes producidos a causa de la embriaguez y las drogas (como darnos un golpe con nuestro coche o dañarnos por culpa de una caída) no están contemplados en este tipo de pólizas. Tampoco los derivados de la práctica de deportes que ponen especialmente en riesgo nuestra integridad física (rugby, boxeo, artes marciales, carreras con vehículos a motor) o de actividades de aventura: escalada, rafting, tirolina, paracaidismo, puenting, submarinismo y un largo etcétera que conviene revisar en la póliza. Independientemente de que su práctica sea profesional o amateur, cada una de estas modalidades deportivas escapa a los productos genéricos de accidentes.
Los accidentes que han tenido lugar a causa de actos de guerra o los atentados terroristas, así como los derivados de la participación en revueltas o tumultos populares, no están contemplados. Tampoco los derivados de catástrofes naturales, desde una fuerte tempestad a un terremoto o una erupción volcánica, así como los daños por radiación nuclear o contaminación radioactiva. Los daños clasificados por el Gobierno de la nación como de catástrofe o calamidad nacional quedan excluidos del seguro de accidentes.
Las operaciones quirúrgicas o tratamientos médicos, a no ser que tengan lugar a causa de un accidente contemplado por la póliza, también quedan fuera. Un producto de accidentes genérico tampoco cubre cualquier tipo de enfermedad, algo que pertenece al ámbito de los seguros de salud, ni los daños psicológicos producidos por un suceso determinado. Ni que decir tiene de los accidentes preexistentes y de sus efectos.
En el apartado de la aviación también hay numerosas excepciones, quedando exentos del seguro de accidentes los pilotos y la tripulación de la aeronave, los grupos profesionales de personas (como un equipo deportivo) o quienes viajen en un vuelo privado. Todos ellos, por supuesto, no están desprotegidos, puesto que pueden y deben contar con un seguro particular adaptado a su profesión o situación.
De los aviones pasamos a los coches. Un cliente de una aseguradora no puede pretender que el seguro de accidentes se haga cargo de su caso si carece del permiso de conducir correspondiente o lo tiene anulado, suspendido o retirado, al haber infringido la ley habiéndose situado al volante y haber puesto en riesgo su vida y la de los demás.
Además, en el supuesto de que el asegurado haya cometido una imprudencia temeraria o negligente grave, y la justicia haya determinado que ha sido así, el seguro de accidentes no se hace cargo de las repercusiones. Hay otro tipo de daños no incluidos en un seguro de este ramo: aquellos cuya cobertura corresponda al Consorcio de Compensación de Seguros.

martes, 19 de junio de 2018

¿Y si no suscribo un seguro de decesos?

Más de 20 millones de personas tienen contratado un seguro de decesos en España. Esta póliza se ha convertido ya desde el pasado siglo en la especialidad de la casa, un tipo de producto asegurador que ha conseguido un gran arraigo en nuestro país desde hace ya muchas décadas. Como reza el dicho popular, algo tendrá el agua cuando la bendicen.
Podría preguntarse a todas esas muchas personas cuáles son a su juicio los beneficios de la contratación de un seguro de este ramo. Pero hemos decidido darle la vuelta a la tortilla y fijarnos en esos otros muchos individuos que no están cubiertos. ¿Cuál es su situación? ¿Y si no contrato un seguro de decesos?

Si no contrato un seguro de decesos…
… en primer lugar, hay consecuencias económicas. Por supuesto, conseguiré un pequeño ahorro (pues las primas en los seguros de decesos suelen ser bajas, especialmente si la póliza se contrata cuando se es joven) durante muchos años, pero a mi fallecimiento mis allegados deberán desembolsar una cantidad elevada. En la actualidad los gastos de un sepelio se sitúan entre los 3.000 y los 7.000 euros. Desde luego que no es una cantidad exagerada pero puede suponer una dificultad en muchos casos para nuestros familiares y allegados, dependiendo de la situación económica de cada uno. Y eso si elegimos unos servicios normales, sin extras.
La no suscripción de un seguro de decesos conlleva además una mayor complicación de las gestiones por parte de los nuestros tras fallecer, desde la tramitación de documentos a la de los servicios de incineración o entierro, tanatorio, servicios religiosos si fuera el caso… Es posible que debieran además contratar un servicio de asistencia jurídica para asesorarles y ayudarles en el proceso, una garantía que habitualmente está incluida en las pólizas de decesos, al igual que la cobertura de asistencia psicológica. Además, deberían preocuparse de nuevos problemas como el borrado de la vida digital, del que algunas aseguradoras se ocupan. Y ni qué decir tiene, si fuera el caso, de los trámites de traslado y repatriación a España o desde España.
En definitiva, que la situación para las personas cercanas al fallecido se complica en un momento en el que ni el cuerpo ni la mente están precisamente frescos para la realización de trámites y gestiones. Y es que este tipo de pólizas, al contrario que el resto (hogar, auto, salud…)  no se contrata tanto para beneficio de uno mismo como para facilitar las cosas a nuestros seres queridos en una situación tan complicada.

Beneficios en vida
Pero ahí no acaba todo. Como los productos aseguradores abarcan cada vez más terreno, en la actualidad muchos seguros de decesos ofrecen diversas garantías, bien entre su cobertura básica o formando parte de la complementaria, de las que el tomador y los asegurados pueden beneficiarse en vida. Porque es un seguro familiar y sirve a toda la familia.
Aunque a priori nos parezca que no tienen nada que ver las churras con las merinas, lo cierto es que si no hemos contratado un seguro de decesos podemos quedarnos también sin coberturas como la de asistencia en viaje; una garantía que puede ofrecer -además de apoyo en caso de fallecimiento- múltiples prestaciones como traslado sanitario, búsqueda de equipajes, adelanto de fondos, y envío de mensajes urgentes, entre otras.
También hay otras ventajas que un seguro de decesos completo puede ofrecer para disfrutar en vida, como la atención telefónica al asegurado en sus múltiples ramas: consulta médica, atención psicológica, asesoría jurídica, orientación social… Y no hemos citado todavía las garantías de ayuda a domicilio, que van desde la atención médica al servicio de personal de limpieza, pasando por el envío de medicamentos o la asistencia veterinaria en el caso de que tengamos una mascota.
La atención médica general también está en ocasiones incluida pues un seguro de decesos puede actuar también como un seguro de salud de bolsillo, incluyendo algunos servicios dentales o la asistencia de profesionales en ramas como la nutrición, la psicología, la fisioterapia, la osteopatía, la óptica, la audiología, la podología, la estética…  Hasta puede ayudar a ponerse en forma en spas y gimnasios u ofrecer asistencia pedagógica a nuestros hijos.
Para finalizar hay que decir que los productos de este ramo incluyen coberturas que garantizan las prestaciones en caso de fallecimiento o invalidez tras accidente, así como en el supuesto de que se produzca una hospitalización.
Y es que al no contratar un seguro de decesos no sólo renunciamos a facilitar las gestiones post mortem a nuestros seres queridos, sino a contar con coberturas que, por contradictorio que parezca, pueden disfrutarse en vida. La realidad es que, al igual que sucede en otros ramos del seguro, los productos que las compañías ofrecen son cada vez más completos. Tanto que en ocasiones van mucho más allá de la muerte.