lunes, 9 de noviembre de 2020

¿Qué es la franquicia de un seguro y cómo funciona?

 

Hoy vamos a acercarnos a uno de esos términos del ecosistema asegurador que pasa algo desapercibido entre otros más populares -prima, coberturas, póliza- pero resulta de crucial importancia y está presente en múltiples productos de casi todos los ramos. Es como ese vecino silencioso que paga el alquiler y no da problemas pero nadie sabe qué hace ni cómo se llama, como ese colega tímido del grupo de amigos que parece que no está pero sin embargo está. 

Hablamos de la franquicia, un concepto del que la mayoría tiene una cierta idea pero tal vez no de una manera certera, precisa y completa. ¿Qué es? ¿Para qué sirve? ¿Cuál es su razón de ser? ¿Qué tipos de franquicia existen? Son preguntas a las que arrojaremos luz en este artículo, con el fin de que vuestra idea se amplíe y precise. ¿Nos acompañáis?

¿Qué es la franquicia de un seguro?

La franquicia de un seguro es la cantidad económica que paga un asegurado por disfrutar de la aplicación de una determinada cobertura o servicio, cantidad que generalmente supone una parte del total del coste pues la otra corre a cargo de la aseguradora. Habitualmente viene descontada del importe que se reembolsa al cliente por parte de su compañía de seguros; es, de alguna manera, un sistema de copago entre ambas partes.

¿Cómo funciona?

La franquicia existe en casi todos los tipos de seguros -auto, hogar, comunidades, empresa, responsabilidad civil, salud, viaje- y, por tanto, se aplica en situaciones tan diversas como el pago de la reparación de los daños a un vehículo tras un siniestro de coche, el coste de una compleja intervención quirúrgica o los gastos de socorro y rescate de una persona perdida en la montaña. 

Como vemos este concepto es una figura todoterreno, o mejor dicho todoseguro. Sin embargo eso no implica ni mucho menos su obligatoriedad, pues habitualmente la oferta de las compañías a sus clientes incluye seguros con y sin franquicia y cada persona es quien tiene la última palabra contratar uno u otro.

Tipos de franquicia

Podemos distinguir tres tipos de franquicia en base a su funcionamiento y ejecución. Son estos: 

Franquicia fija

Establece una cantidad mínima que el cliente debe pagar al disponer de una determinada cobertura. Si el precio del servicio no supera esa cantidad, el coste íntegro corre a cargo del asegurado; en el caso de lo rebase, el resto del gasto deberá desembolsarlo la aseguradora. Imaginemos, por ejemplo, que se ha establecido una franquicia de 300 euros por el concepto de daños al coche del cliente y que este sufre un daño cuya reparación asciende a 500. En ese caso debería abonar 300, mientras que los otros 200 los pagaría la compañía de seguros. Si el coste de la reparación fuera, por ejemplo, de 150, los tendría que pagar íntegramente la persona asegurada, al no llegar esta cantidad al límite fijado.

Hay dos clases de seguros dentro de este tipo: los de franquicia absoluta, de los que ya hemos puesto un ejemplo; y los de franquicia relativa, que no dan derecho a reembolso si el daño del siniestro es inferior a la cifra que se haya pactado, pero sí ofrecen una indemnización completa a cargo de la aseguradora si el coste es superior. 

Lo comprenderéis mejor con un ejemplo. Supongamos que se ha establecido una franquicia de 250 euros; si el daño sufrido o el servicio disponible tiene un valor igual o menor a esta cantidad, el asegurado tendrá que pagar todo su coste; si su valor es superior (300, 400…) la compañía de seguros será quien abone todo el dinero.

Franquicia proporcional

Ambas partes, compañía y cliente, se reparten el coste del servicio en función de los porcentajes que se hayan estipulado en el contrato. De nuevo, un caso práctico para entenderlo mejor: si se ha establecido una franquicia del 20%, en el supuesto de que haya que realizarse un pago el asegurado se hará cargo de ese porcentaje del mismo y la aseguradora del 80% restante. 

Franquicia temporal

Habitual en numerosas pólizas de salud, en este caso la diferencia la marca el tiempo y no la cantidad de dinero. La compañía de seguros se hace cargo de los costes propios de una garantía a partir de una fecha, pero antes de ese día el cliente deberá ser quien pague en caso de que pretenda disponer de los beneficios de esa cobertura. Dicho de otra manera: una franquicia temporal es un periodo de carencia de los de toda la vida.

¿Por qué se aplica?

Ya hemos visto en qué consiste y cuáles son sus clases, pero todavía le quedará una duda al lector: ¿Cuál es su razón de ser? ¿Por qué se aplica? Principalmente para reducir el coste de gestión por parte de las aseguradoras, pues a menudo este resulta elevado para hacerse cargo de las garantías de menor coste y la operación no les sería rentable. De esta manera las compañías de seguros se ahorran la gestión y el pago de numerosos siniestros de escasa cuantía, lo que se traslada al precio resultando más económico para el asegurado.

Desde la perspectiva del cliente, los seguros con franquicia resultan mucho más económicos, pues invitan al asegurado a solicitar cobertura sólo cuando sea estrictamente necesario y esto hace que descienda la frecuencia con la que reclaman daños relativamente poco importantes.


 

jueves, 30 de julio de 2020

Diferencia entre contenido y continente

A grandes rasgos, la diferencia entre contenido y continente, conceptos que todos conocemos: el primero es el espacio que aloja el segundo. Sin embargo, esta diferenciación no resulta tan sencilla cuando

¿Qué es el continente del seguro de hogar?

En los seguros de hogar se considera como continente tanto la estructura del edificio como los elementos de construcción, esas partes de la edificación generalmente adjuntas a la estructura que no se pueden disociar de ella sin provocar un daño en el edificio. Por eso no sólo los cimientos, los muros, las paredes, los techos y las columnas formarían parte del continente, sino también las instalaciones del agua, la calefacción, calentadores y aire acondicionado, siempre que estén instalados de forma fija en el inmueble. La telefonía o la electricidad, antenas o elementos de decoración fijos como la pintura, el parqué, la moqueta y los armarios empotrados. En el caso de chalets o similar, la piscina se considera continente, así como las instalaciones deportivas y muros.

Todos los seguros de hogar deben contar, y más aún con tantos elementos en juego, con una garantía de responsabilidad civil, que cubra al asegurado de los daños que se puedan ocasionar a terceros; por ejemplo, si cae una maceta desde la vivienda y ocasiona algún desperfecto. Pero vamos a resolver la segunda cuestión…

 ¿Y el contenido?

 El contenido engloba todos aquellos elementos que, encontrándose en el interior de una vivienda determinada, no formen parte de su estructura, sirvan de utilidad o a modo de decoración. En esta amplia categoría incluiríamos casi de todo: muebles, mobiliario  de cocina, electrodomésticos, ropa, tecnología, material deportivo… Eso sí, en el caso de que contemos con objetos de un valor especial (joyas, obras de arte o cualquier otra pieza de un elevado precio) deberemos comunicárselo a la aseguradora por si hubiera que declararlas y valorarlas de modo independiente al resto del contenido.

Cómo calcular el valor del continente y del contenido

Para calcular el valor del continente la aseguradora debe saber qué capital quiere el cliente incluir como continente en la póliza, ofreciéndole antes una estimación previa, que generalmente se realiza multiplicando los metros cuadrados de superficie construida por el coste medio de la reconstrucción de una vivienda de características parecidas. 

Existen dos maneras de asegurarlo: a valor total, con lo que se cubre todo, por lo que en caso de que sucediera una desgracia que destruyese la vivienda el seguro se encargaría de toda la reparación y reconstrucción; y a primer riesgo, opción más económica pero con menores garantías, con lo que en ciertas circunstancias la póliza se haría cargo solo de una parte del coste requerido.

Para calcular el valor del contenido deberemos realizar un completo inventario de nuestras pertenencias más importantes e informar a nuestra compañía de seguros, teniendo en cuenta que joyas, obras de arte y otros objetos especiales suelen asegurarse a valor total. La valoración del resto de objetos la determinarán también entre ambas partes, generalmente teniendo en cuenta su valor de reposición: es decir, calculando el coste de cada objeto en el mercado y teniendo en cuenta variables como el desgaste, la antigüedad, la garantía o el funcionamiento de la pieza/s a tasar.


miércoles, 20 de mayo de 2020

¿Es posible desgravar el seguro médico?



Estamos en primavera, tiempo para todos de realizar la declaración de la renta, y conviene tener clara, en caso de que hayamos suscrito un seguro de salud, cuál es la respuesta a una pregunta crucial: ¿Es posible desgravar el seguro médico?

 

Los beneficios fiscales derivados del seguro de salud

 

Sí, contratar un seguro de salud -al igual que suscribir productos aseguradores de otros ramos, como el de vida- permite disponer de beneficios fiscales, que pasan por la deducción del seguro médico en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas -IRPF- a la hora de realizar la declaración de la renta. En este sentido, el Ministerio de Hacienda efectúa una clara distinción entre los trabajadores autónomos y los asalariados, cuyas circunstancias y obligaciones económicas son diferentes. 

 

Un trabajador por cuenta ajena, ¿se puede desgravar el seguro de salud?

 

Si pertenecemos a una empresa como trabajadores y nuestra compañía ha contratado para nosotros un seguro médico privado, debemos saber que podemos beneficiarnos de que el pago de la póliza no tiene consideración de rendimiento de trabajo en especie en la declaración de la renta; eso sí, siempre que la cobertura de enfermedad alcance al trabajador -pudiendo alcanzar también a su cónyuge y descendientes- y siempre que las primas anuales no excedan de los 500 euros por cada persona integrada en la póliza. Dicho de otra manera, el trabajador no tiene la necesidad de tributar hasta los 500 euros, ganándolos de alguna manera en forma de seguro privado de salud al encontrarse éste exento de tributación. Hay que resaltar también que en caso de que las primas satisfechas superen esa cantidad por persona, el exceso se considerará como retribución en especie. 

Las empresas que se decidan a contratar un seguro médico para sus trabajadores y los familiares de éstos (siempre que residan en el mismo domicilio que el empleado) también gozan de ventajas fiscales, puesto que el importe que abone cada compañía en este concepto será un gasto deducible en el Impuesto de Sociedades. 

 

¿Y si soy autónomo?

 

Los autónomos deben tener presente que su seguro de salud les costará menos. El importe abonado a su seguro de salud para autónomos (y al de su familia) se deducirá en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, tributando en régimen de estimación directa en lugar de utilizando el sistema de módulos. ¿Y de qué manera se establecerían los rendimientos de trabajo? Determinando cuál es la diferencia entre ingresos y gastos del ejercicio.

El interesado podrá desgravar el 100% de sus primas y de las de sus familiares, teniendo en cuenta que la desgravación máxima es de 500 euros anuales por cada persona asegurada en la póliza médica (desde el propio autónomo a su cónyuge y todos los hijos menores de 25 años que convivan en el mismo domicilio). Por lo tanto, es posible la deducción del seguro médico para autónomos siempre y cuando se cumplan estas condiciones.

Independientemente de la posición en la que nos encontremos -empresario, empleado por cuenta ajena, trabajador autónomo, desempleado, estudiante- a buen seguro “nuestro barco” estará en este tiempo en medio de una fuerte tempestad inesperada y hay que tratar de achicar agua como sea. Por eso, mientras pasa la tormenta, la mar se serena y todo vuelve a su sitio es importante conocer en qué manera podemos reconducir la nave de nuestra economía y seguir manteniéndola a flote. 

Conocer las ventajas fiscales de nuestro seguro y saber cómo hacerlas efectivas a la hora de realizar la declaración de la renta es una práctica acertada, pues supone una ayuda más en tiempos en los que nuestros ingresos tienen muchas posibilidades de verse seriamente reducidos y nuestros proyectos personales y profesionales amenazados. Por lo pronto, conocer que se puede desgravar un seguro de salud es una noticia positiva.