miércoles, 24 de febrero de 2021

La responsabilidad civil ampliada en los seguros de hogar

 

La responsabilidad civil es una parte importante de muchos seguros, y en cuanto a los seguros de hogar no resulta una excepción, cubriendo al asegurado y a su familia, es decir  convivientes,  económicamente ante los posibles daños que puedan ocasionar a terceros. En este artículo abordaremos el tema de la responsabilidad civil ampliada en los seguros de hogar.

La RC “básica”del hogar es la RC del Propietario, que cubre los daños personales y/o materiales a terceros derivados de la propiedad, y la RC Ampliada es la que cubre los hechos derivados de la vida privada.  Es decir, mediante esta cobertura la aseguradora se hace cargo del pago de las indemnizaciones a las que tendría que hacer frente su cliente en caso de resultar civilmente responsable de los daños causados a otros, derivados de su propiedad y en el ámbito de su vida privada (ésta es la ampliación) y siempre que sucedieran de manera accidental y fuera del ámbito profesional.

Pero esa es sólo la punta del iceberg, pues un producto de hogar completo permite ampliar exponencialmente la protección de su contratante y de sus familiares en materia de responsabilidad civil. Una póliza de hogar con cobertura ampliada de RC tiene en cuenta muchos más elementos de riesgo de daño a terceros y contempla y ampara bastantes más supuestos que el modelo básico (hablamos de vivienda principal).

En un producto ampliado el paraguas del seguro es muy extenso y es capaz de cubrir a numerosas personas; no sólo al cliente y quienes convivan con él (cónyuge, pareja de hecho, hijos menores o dependientes o en líneas generales cualquier persona que resida en su domicilio); también a los empleados del hogar en caso de que los hubiera y siempre que hayan producido el daño en el ejercicio de sus funciones.

También tenemos la RC del inquilino frente al propietario, importante destacar, pues existen muchas viviendas en alquiler.

Toda esta protección cuenta con unos límites económicos, claro está, que deben estipularse con claridad en las condiciones particulares de cada contrato de seguro. Hablamos en este caso de dos conceptos clave: capital asegurado para responsabilidad civil por siniestro y año, y límite por víctima.

Supuestos que ampara

Vamos a explicaros de qué manera puede marcar la diferencia un seguro de hogar con responsabilidad civil ampliada, destacando para empezar que su cobertura permite integrar no sólo las actividades realizadas en la residencia del asegurado, sino también muchas de las que se realicen fuera de ella. 

Enumeramos los muy diversos y variados supuestos en los que un seguro que contase con una cobertura completa de RC se haría cargo. Tan diferentes entre sí como la elaboración y consumo en la vivienda asegurada de comidas y bebidas o la práctica de casi cualquier tipo de deporte -excepto los que suelen conllevar un mayor riesgo de peligro y daño para uno mismo y para los demás como el automovilismo, el motociclismo y las actividades aeronáuticas-(prácticas deportivas como aficionado)

Aunque no sea algo muy habitual, debemos decir que la responsabilidad civil ampliada podría amparar la tenencia y el uso privado de armas siempre que fueran legalmente autorizadas, a excepción de las de caza; y responder por los daños causados con motivo de la legítima defensa personal en el caso de que se haya tratado de repeler o evitar una agresión o el robo de los bienes que estuvieran asegurados. 

La cobertura podría extenderse también a daños causados en movimiento dentro o fuera de la vivienda, como la caída de objetos transportados en vehículos, incluso en circulación, y los provocados por el uso -o incluso la propiedad- de bicicletas, sillas de ruedas, patines y hasta tablas de surf.

Cobertura para los animales de compañía

Aún hay más. Esta garantía puede también extender la responsabilidad civil a animales de compañía como perros o gatos que vivan en la vivienda asegurada, en todos los supuestos menos en caso de que sean utilizados con fines comerciales. De modo que, siempre procurando que no suceda, en caso de que nuestra mascota la líe parda en algún momento con nuestros vecinos tendremos la tranquilidad de que podemos contar con el respaldo de la aseguradora.

Otro capítulo aparte resultan los perros considerados potencialmente peligrosos, que no suelen estar incluidos dentro de la garantía anterior y cuya RC merece una cobertura optativa aparte. Hablamos de animales especialmente grandes y poderosos o con un carácter menos dócil y más impulsivo que otras especies de canes.

En esta categoría podría entrar en líneas generales cualquier perro que excediera un determinado peso y se destinase a la guarda y defensa de la propiedad y las personas. También se incluirían razas como pit bull terrier, staffordshire bull terrier, american staffordshire terrier, rottweiler, dogo argentino, fila brasileiro, tosa inu y akita inu, así como los cruces de estas… y cualquier animal que no cumpliera con las condiciones exigidas por la compañía de seguros para integrarle en la garantía anterior, teniendo en cuenta las características físicas del can. De nuevo, nada como leer con atención el condicionado de la póliza -y en caso de duda ponerse en contacto con ella- para conocer en qué categoría entraría vuestra mascota.


 

lunes, 15 de febrero de 2021

¿De qué depende el precio de un seguro de coche?

 


El titular que arranca este post parece una pregunta de fácil respuesta, de las que te harían si fueras un niño en primero de la ESO o participases en un concurso de televisión de los que reparten mucho dinero a cambio de casi nada. A la gran mayoría de nuestros lectores les vendrá a la cabeza una clara respuesta a bote pronto: el precio de un seguro de coche depende de las coberturas, de qué va a ser. 

Factores que influyen en el precio de un seguro de coche

Sin embargo, siendo esto tan obvio como cierto existen numerosos factores que influyen en el precio a pagar por cualquier persona que contrate un seguro de coche. Como veremos, las compañías de seguros tienen en cuenta prácticamente todos los aspectos a la hora de valorar la cuantía de la prima que deberá abonar cada cliente. Os los detallamos a continuación.

El perfil de riesgo, esencial

Las compañías estudian cada caso particular con el fin de estudiar cuál es el perfil de riesgo, teniendo en cuenta muchísimos aspectos con el objetivo de determinar si a priori existe una mayor o menor probabilidad de siniestro, aspecto que redundará de manera decisiva en el precio de la póliza mediante una sencillísima norma: a más riesgo, más costoso será el seguro (o, si lo queremos enfocar de otra manera, cuanto menos probabilidades haya de que se produzca un percance más económicas serán las primas a pagar por el tomador).

A grosso modo para baremar el precio de un seguro de coche se tienen en cuenta dos grandes aspectos. Uno de ellos son las características del conductor, analizándose aspectos cruciales como su edad y la antigüedad de su permiso de conducir, que determinarán su experiencia no sólo al volante, sino también vital. Como es obvio las personas más jóvenes y con menos años de carnet tendrán que abonar un coste más elevado por su seguro, pues su desempeño en la carretera conlleva un mayor riesgo.

Otro dato crucial es el historial de siniestralidad de la persona que se quiere asegurar, en positivo y en negativo. Una persona que no ha dado nunca un parte o que al menos no haya tenido culpa en accidentes en los que haya estado involucrado denota prudencia, destreza y fiabilidad al volante, lo que puede tener la recompensa de un seguro económico; sin embargo, los conductores que se hayan visto involucrados en el pasado en varios siniestros en la carretera seguramente tendrán que pagar un precio más elevado por su póliza… e incluso, en algunos de los casos podrían ver cómo la aseguradora opta por no cubrirles.

Otros factores que la compañía de seguros también podría considerar con respecto al conductor son los puntos que tenga en el carnet, su lugar de residencia -pues siempre hay zonas con menor o mayor índice de siniestralidad , y la frecuencia con la que use su vehículo particular. La antigüedad como asegurado también puede ser una baza a favor de éste si su trayectoria es positiva.

El otro factor clave son las características del vehículo a asegurar, desde la antigüedad del mismo a su marca, modelo y versión, lo que indicará a la compañía datos fundamentales respecto a la seguridad que ofrece – no es lo mismo un utilitario que un monovolumen- o su cilindrada -los coches más potentes y veloces, como los deportivos, suponen un mayor riesgo de accidente que los de gama media-. También entran en juego aspectos como la posesión por parte del conductor/asegurado de una plaza de garaje, así como si el vehículo dispone de dispositivos antirrobo o de otros accesorios adicionales.

Y sí, también las coberturas

Y claro, después de todo lo ya citado, como destacábamos en el inicio es obvio que la modalidad del producto que se escoja y las coberturas de las que se dispongan determinarán decisivamente el precio de la póliza. Los más económicos son los seguros a terceros (cuyas modalidades más básicas cubren la responsabilidad civil, la defensa jurídica y los daños personales), mientras que los de precio más elevado son los seguros a todo riesgo, que a las garantías ya citadas pueden añadir muchas más: ampliación de RC, de daños corporales y de servicio de terceros, asistencia en viaje, rotura de lunas, daños al coche por colisión con animales, robo, incendio o pérdida total.

Por último, no podemos dejar de citar otro factor de perogrullo pero esencial: la compañía por la que apostemos para que nos asegure. La mejor apuesta siempre pasará por una equilibrada relación calidad-precio, procurando estar bien cubiertos por un producto económico pero completo e intentando no caer ni en el infraseguro ni en el sobreseguro.