miércoles, 16 de mayo de 2018

¿Qué es el fichero FICO de Comunidades de vecinos?

Puede que aún no lo sepas, pero si tu comunidad ha tenido varios siniestros atendidos por tu compañía aseguradora lo más seguro es que esté incluida en el fichero FICO.


¿Qué es el fichero FICO?


El Fichero FICO (Fichero de Comunidades de Propietarios) es una base de datos informatizada compartido entre las aseguradoras adheridas donde se recogen todos los siniestros que han sido cubiertos por las mismas. Este sistema de intercambio permite comprobar las comunidades de propietarios que han tenido un alto índice de siniestralidad.

Para considerar que una comunidad cuenta con un “alto índice de siniestralidad” debe de alcanzar una ratio superior al 90% en pagos de siniestros con respecto a la prima neta que se paga por el seguro.
Este índice se convierte en un indicador indispensable para anticipar si el resultado del negocio es el esperado. De este modo, los valores que se acerquen más al 100% son los que resultan negativos para la compañía aseguradora porque el primaje no es suficiente para el pago de los siniestros.
Sólo pueden acceder a esta información las entidades aseguradoras que están adheridas y que, a su vez, facilitan los datos de sus pólizas de riesgo de su cartera que han sido anuladas por alta siniestralidad. Como mínimo se debe de realizar un envío mensual de datos correspondientes a la revisión de cartera y éste es borrada del fichero tras dos años desde la fecha de anulación de póliza.

¿Cómo saber si una comunidad está incluida en el FICO?

La información del FICO sólo se conoce entre las compañías adheridas y no se facilita al asegurado. Este es un dato que las comunidades de propietarios no conocen hasta que se produce un cambio en el seguro multirriesgo y la aseguradora no acepta su riesgo, que no le cubren ciertas coberturas o que el precio es más elevado por estar incluido en el fichero.

Las coberturas que habitualmente son excluidas son:

  • Daños por agua: es la causa de siniestralidad más común. En el año 2016 el 40% de los casos cubiertos por el seguro del hogar fue para cubrir daños por agua.
  • Responsabilidad civil derivada de los daños por agua: cuando una tubería causa daños en el propio edificio y a terceros.
  • Responsabilidad Civil derivada de desprendimientos de fachada.

 

¿Qué hacer para no vernos perjudicados por la inclusión en el FICO?

En cualquier caso, la comunidad deberá limitar el número de partes que se le dan a la aseguradora y para ello hay que seguir una serie de consejos:
  • Evaluar y consultar con el agente si el siniestro está cubierto o no por la póliza contratada antes de dar parte a la compañía aseguradora. Aunque el siniestro no esté cubierto por la aseguradora, el sólo hecho de dar parte implica un gasto a la compañía relacionado con la gestión, tramitación y asistencia.
  • Si el origen del siniestro no está claro, privativo o común, será mejor dar parte a la entidad aseguradora a través de un seguro de hogar privado.
  • Revisar si el siniestro ha sido causado por falta de mantenimiento o no para saber si la compañía lo cubre. Recuerda que los siniestros ocasionados por omisión de su mantenimiento o por conservación defectuosa de los bienes objeto del seguro quedan fuera del ámbito de la cobertura del asegurador.
  • Tener las más amplias coberturas son de vital importancia en siniestros de gran magnitud.


jueves, 10 de mayo de 2018

Cuando la familia crece, los hijos y el seguro de salud

Todas las personas que tienen niños, afirman sin duda que tener un hijo es lo mejor que les ha pasado en la vida. Pero también es habitual que reconozcan que esta experiencia tan bonita resulta también muy difícil: el tiempo en pareja se reduce, el gasto familiar se dispara, los horarios para comer y dormir se modifican, la atención constante al recién nacido desgasta física y psicológicamente y deben realizarse decenas de trámites.
Eso sin citar un aspecto crucial: el de la salud. Los niños, especialmente en sus primeros meses/años de vida, requieren de una atención médica frecuente, más de la que necesita un adulto. Prácticamente no hay mes, por no decir semana, en la que los progenitores no deban llevar a su hijo al pediatra o a otros especialistas médicos.
Ante esta situación, muchos padres optan por dar de alta a su hijo en el seguro médico privado nada más nacer. Hay varias maneras de hacerlo: integrando al retoño en el seguro de salud familiar, si es que se cuenta con él, o contratando un seguro para el menor en el que el padre o la madre actúen como tomador.
Hay que destacar que cualquier hijo puede estar asegurado desde su llegada al mundo, aunque corresponderá a los padres hacer los deberes para solicitar el alta. Lo habitual es que cuenten con un pequeño plazo después del nacimiento para realizar los trámites, con el fin de que el recién nacido sea admitido por la aseguradora y olvidarse de periodos de carencia u otras limitaciones.

Ventajas de un seguro privado para niños
La atención pública es una suerte que tenemos en nuestro país y en líneas generales funciona correctamente y cuenta con buenos profesionales. Ahora bien, que nuestro hijo disponga además de la protección de un seguro de salud privado ofrece numerosas ventajas.
La rapidez en la atención médica es una de ellas, evitándose las saturaciones del sistema público y habitualmente contando con un mayor tiempo de atención para cada niño. Algo que viene realmente bien ya que las visitas al médico son frecuentes cuando se tiene un hijo de muy corta edad.
La posibilidad de elegir al profesional que atienda al menor, especialmente en lo que respecta al pediatra, es otra de las ventajas, pues en el sistema público el cliente no tiene ese margen de acción. Así se puede optar por un médico que nos ofrezca confianza, pues será el encargado de realizar un seguimiento al pequeño en sus primeros años de vida.
La cobertura de asesoramiento telefónico, habitualmente 24 horas, es otra gran ventaja para los habitualmente preocupados padres, especialmente los primerizos. Y, por supuesto, los seguros médicos privados ofrecen una mayor atención en especialidades como oftalmología, dermatología, otorrinolaringología, foniatría, logopedia e incluso psicología, habitualmente con revisiones periódicas al menor. Es cierto que las especialidades generales suelen estar bien cubiertas por la sanidad pública, pero en el caso de otros servicios como los anteriormente citados, aunque están disponibles, suelen presentar mayores problemas en forma de largas listas de espera.
También hay que tener en cuenta que una póliza privada nos suele facilitar un mejor acceso a la realización de pruebas diagnósticas, amén de otras coberturas como atención de urgencias (también disponible en el sistema público) u hospitalización en las clínicas privadas con las que nuestra aseguradora de confianza tenga un acuerdo.
En cuanto a la salud dental, habitualmente un mundo aparte, aunque la sanidad pública ofrece muchos servicios gratuitos no todos están incluidos. Contar con una completa cobertura dental (habitualmente mediante el sistema de copago) es otra de las posibilidades que ofrecen las pólizas de salud privadas a los niños.

El dinero importa
Tenemos que hablar por último de un aspecto que nos preocupa a todos: el económico. En este sentido, aunque como es lógico contar con las coberturas que ofrece un seguro  médico privado no sale gratis, hay que destacar que los seguros familiares de salud habitualmente ofrecen importantes descuentos a la hora de incluir a un nuevo componente en la póliza, lo que supone un importante ahorro para los interesados.
En cuanto a las primas, la lógica impera: si en el caso de los adultos los seguros de salud tienden a ser más caros a medida que se van cumpliendo años -al ser mayores las posibilidades de que el cliente demande atención médica- en el de los niños es exactamente al revés: cuando son más pequeños las primas suelen ser más caras, aunque van decreciendo con el paso de los años hasta la pre-adolescencia. A partir de ahí y normalmente hasta la mayoría de edad, donde normalmente se sitúa el límite del seguro para niños, el precio tiende a incrementarse ligeramente.

lunes, 7 de mayo de 2018

2060: ¿cómo será la jubilación?



Coches que vuelan, superordenadores capaces de realizar las tareas más complejas o robots que se encargan de atender nuestra tienda de ropa preferida. Las películas de ciencia-ficción nos han ayudado mucho a imaginar cómo podría ser nuestro futuro. Pero, ¿te has planteado cómo será tu jubilación?

Algunos datos: según las previsiones, dentro de 40 años los mayores de 65 años representarán un 40% del total de la población en España. Es decir, serán un total de 16 millones de personas y habrá un trabajador por cada persona jubilada; actualmente hay dos trabajadores por cada pensionista.
Este aumento significativo de la población jubilada transformará por completo nuestra sociedad. Y si se mantiene el actual sistema de pensiones, no se podrá garantizar la cuantía que hoy en día perciben nuestros jubilados. Además, las previsiones demográficas también confirman que viviremos más: 88 años en el caso de los hombres y hasta 91 años, en el de las mujeres.

Una jubilación diferente a la de nuestros padres

Si actualmente tienes entre 35 y 45 años, ten en cuenta que tu jubilación no se parecerá a la de tus padres. Por dos factores principales: cobrarás menos dinero del sistema público de pensiones y vivirás más años. Esto quiere decir que debes buscar otras fórmulas de ahorro que te permitan hacer frente a los años que estarás sin trabajar.
En este sentido, parece que la población española está cada vez más concienciada de que la jubilación del futuro será diferente a lo que conocemos hoy. Más de un 75% de los ciudadanos ya considera que su pensión será peor que la actual y un 40% cree que su pensión pública supondrá entre el 50% y 75% de sus ingresos.



¿Planificaremos mejor nuestra jubilación?

Los españoles estamos a la cola de Europa en planificar la jubilación. Tradicionalmente, tenemos una escasa cultura de ahorro y de previsión. Hace apenas cinco años, el 57% de los jóvenes no era consciente de la necesidad de preparar su jubilación. Hoy, este porcentaje ha disminuido, pero aún hay un 23% de españoles que piensa que cobrando la pensión pública podrá cubrir sus necesidades cuando deje de trabajar.

Lo que está claro es que en 2060 las condiciones serán diferentes a las actuales y es importante tomar medidas. En un gran número de países europeos, como Reino Unido o Suecia, se están incentivando sistemas para complementar la pensión pública con incentivos fiscales, tanto el ámbito de las empresas, como a través de sistemas individuales.

Sin embargo, mientras se debate en España la puesta en marcha algún tipo de reforma del sistema de las pensiones, es importante pensar más en nuestra jubilación, aunque la veamos muy lejana, y comenzar a cultivar el hábito del ahorro.
Si tienes alguna duda, puedes contactar conmigo. Analizaremos tus posibles necesidades de manera gratuita y veremos la realidad de tu jubilación con nuestro ASESOR VIDA.