martes, 26 de diciembre de 2017

¿Seguro médico con o sin copago? That is the question

Sigue leyendo, que esto del copago tiene lo suyo, así lo tendrás muy claro cuando decidas contratar tu seguro de salud.


El término Copago, aunque la Real Academia de la Lengua no lo incorpora en su diccionario, no tiene demasiado misterio: se trata de un pago compartido. Sin embargo, no todo es tan sencillo cuando hablamos de seguros médicos.

Exacto: hoy vamos a hablar de los seguros médicos con copago. ¿Qué son? ¿Cómo funcionan? ¿Quiénes los copagan? Seguid leyendo, trataremos de arrojar un poco de luz sobre este tipo de productos habituales en el ramo de salud.

Un seguro médico con copago es aquél en el cual los clientes abonan una prima, habitualmente mensual, por su póliza que se incrementa cada vez que de utilza el servicio médico privado. Es decir, los contratantes pagan una cantidad segura y otra por cada visita (que varía en función del servicio que se preste, ya que no es lo mismo acudir a un especialista en medicina general para una consulta que someterse a una resonancia magnética).  Dependiendo de las condiciones de la póliza que hayamos contratado, abonaremos el dinero por separado -junto a cada visita que hagamos al médico- o la compañía nos añadirá la cantidad que corresponda en nuestro recibo de prima.

Ventajas y desventajas

La primera pregunta que se plantea es la siguiente: ¿qué beneficio se obtiene entonces con el copago? La respuesta es clara: la prima anual, en este caso, es mucho más económica que en otro tipo de seguros. En caso de tener salud y no acudir al médico con mucha frecuencia, el desembolso es notablemente inferior que en el caso del seguro médico sin copagos. En cuanto al pago por visita, tampoco es elevado por lo general, soliendo oscilar entre un euro y 100 (en el caso de hospitalizaciones).
Aparte del ahorro que puede suponer para el cliente, es un modo de contribuir a que se realice un uso responsable y lógico de los servicios médicos. Al fin y al cabo, saber que es necesario pagar una cantidad cada vez que se acude al doctor ayuda a que el asegurado vaya sólo cuando es necesario. Además, la calidad de las coberturas y los médicos son exactamente los mismos, pudiendo beneficiarse de la misma atención que los asegurados que hayan optado por otra modalidad sin copago. El cuadro médico es -o al menos debería ser- el mismo para unos y otros.
Sin embargo, este tipo de pólizas también presentan algunos inconvenientes. Por ejemplo, si se usan los servicios médicos con mucha frecuencia es posible que el pago acabe siendo bastante elevado, superándose la opción del cuadro médico sin copago. O quizás pase lo contrario, que los clientes acaben acudiendo menos de lo que necesitan por temor a gastar de más. Por eso no hay sistemas mejores ni peores, sólo depende de las circunstancias, necesidades y deseos de cada uno.
En líneas generales, los seguros médicos sin copago pueden ir encaminados a personas con habitualmente buena salud, edades jóvenes y que quieran, de cualquier manera, ser prudentes y estar protegidos. Al fin y al cabo, nunca sabes cuándo puede empezar a soplar el viento en contra…

Otros tipos de seguros médicos

Por contraposición ya hemos citado más de una vez el seguro médico sin copagos: aquél en el que se abona una prima por disponer de los servicios de la aseguradora incluidos en la póliza, sin un incremento del precio por cada visita que realicemos. Una especie de todo incluido en versión saludable, con sus limitaciones anuales que, en todo caso, figuran en la póliza y que hay que conocer antes de contratar.
A priori estas dos son las grandes opciones a la hora de contratar un seguro de salud, pero existen varias más. Por ejemplo, la de cuadro médico más reembolso, un tipo de póliza gracias al cual el usuario tiene libre elección de médicos y clínicas, más allá de los que tengan convenio con la aseguradora. Esos servicios médicos ajenos se pagan por adelantado, y posteriormente la compañía se encargará de reembolsar al asegurado la cantidad abonada por el mismo para recibir esa atención médica externa o al menos una parte de ella. Son los seguros más caros, pero también, obviamente, los que ofrecen una atención médica más completa, prácticamente sin límites.
También podemos hablar de lo contrario, de una opción mucho más económica pero que ofrece una cobertura menor: el seguro médico sin hospitalización, producto que como su propio nombre indica no incluye este servicio en su oferta. Y, por supuesto, luego está el seguro dental, un mundo aparte dentro de los seguros médicos. Pero eso ya da para otro post…

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