Sigue leyendo, que esto del copago tiene lo suyo, así lo tendrás muy claro cuando decidas contratar tu seguro de salud.
El término Copago, aunque la Real Academia
de la Lengua no lo incorpora en su diccionario, no tiene demasiado
misterio: se trata de un pago compartido. Sin embargo, no todo es tan
sencillo cuando hablamos de seguros médicos.
Exacto: hoy vamos a hablar de los seguros médicos con copago. ¿Qué son? ¿Cómo funcionan? ¿Quiénes los copagan? Seguid leyendo, trataremos de arrojar un poco de luz sobre este tipo de productos habituales en el ramo de salud.
Un seguro médico con copago es aquél en el cual los clientes abonan una prima, habitualmente mensual, por su póliza que se incrementa cada vez que de utilza el servicio médico privado.
Es decir, los contratantes pagan una cantidad segura y otra por cada
visita (que varía en función del servicio que se preste, ya que no es lo
mismo acudir a un especialista en medicina general
para una consulta que someterse a una resonancia magnética).
Dependiendo de las condiciones de la póliza que hayamos contratado,
abonaremos el dinero por separado -junto a cada visita que hagamos al
médico- o la compañía nos añadirá la cantidad que corresponda en nuestro
recibo de prima.
Ventajas y desventajas
La primera pregunta que se plantea es la siguiente: ¿qué beneficio se obtiene entonces con el copago? La respuesta es clara: la prima anual,
en este caso, es mucho más económica que en otro tipo de seguros. En
caso de tener salud y no acudir al médico con mucha frecuencia, el
desembolso es notablemente inferior que en el caso del seguro médico sin copagos.
En cuanto al pago por visita, tampoco es elevado por lo general,
soliendo oscilar entre un euro y 100 (en el caso de hospitalizaciones).
Aparte del ahorro que puede suponer para el cliente, es un modo de
contribuir a que se realice un uso responsable y lógico de los servicios
médicos. Al fin y al cabo, saber que es necesario pagar una cantidad
cada vez que se acude al doctor ayuda a que el asegurado vaya sólo
cuando es necesario. Además, la calidad de las coberturas y los médicos
son exactamente los mismos, pudiendo beneficiarse de la misma atención
que los asegurados que hayan optado por otra modalidad sin copago. El cuadro médico es -o al menos debería ser- el mismo para unos y otros.
Sin embargo, este tipo de pólizas también presentan algunos
inconvenientes. Por ejemplo, si se usan los servicios médicos con mucha
frecuencia es posible que el pago acabe siendo bastante elevado,
superándose la opción del cuadro médico sin copago. O quizás pase lo
contrario, que los clientes acaben acudiendo menos de lo que necesitan
por temor a gastar de más. Por eso no hay sistemas mejores ni peores,
sólo depende de las circunstancias, necesidades y deseos de cada uno.
En líneas generales, los seguros médicos sin copago pueden ir
encaminados a personas con habitualmente buena salud, edades jóvenes y
que quieran, de cualquier manera, ser prudentes y estar protegidos. Al
fin y al cabo, nunca sabes cuándo puede empezar a soplar el viento en
contra…
Otros tipos de seguros médicos
Por contraposición ya hemos citado más de una vez el seguro médico
sin copagos: aquél en el que se abona una prima por disponer de los
servicios de la aseguradora incluidos en la póliza, sin un incremento
del precio por cada visita que realicemos. Una especie de todo incluido
en versión saludable, con sus limitaciones anuales que, en todo caso,
figuran en la póliza y que hay que conocer antes de contratar.
A priori estas dos son las grandes opciones a la hora de contratar un
seguro de salud, pero existen varias más. Por ejemplo, la de cuadro médico más reembolso,
un tipo de póliza gracias al cual el usuario tiene libre elección de
médicos y clínicas, más allá de los que tengan convenio con la
aseguradora. Esos servicios médicos ajenos se pagan por
adelantado, y posteriormente la compañía se encargará de reembolsar al
asegurado la cantidad abonada por el mismo para recibir esa atención
médica externa o al menos una parte de ella. Son los seguros más caros,
pero también, obviamente, los que ofrecen una atención médica más
completa, prácticamente sin límites.
También podemos hablar de lo contrario, de una opción mucho más económica pero que ofrece una cobertura menor: el seguro médico sin hospitalización, producto que como su propio nombre indica no incluye este servicio en su oferta. Y, por supuesto, luego está el seguro dental, un mundo aparte dentro de los seguros médicos. Pero eso ya da para otro post…
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